Digo que no puede decirse el amor.
El amor se come como un pan,
se muerde como un labio,
se bebe como un manantial.
El amor se llora como a un muerto,
se goza como un disfraz.
El amor duele como un callo,
aturde como un panal,
y es sabroso como la uva de cera
y como la vida es mortal.
El amor no se dice nada,
ni con palabras ni con callar.
Trata de decirlo el aire
y lo está ensayandoel mar.
Pero el amantee lo tiene prendido,
untando en la sangre lunar,
y el amor es igual que una brasa
y una espiga de sal.
La mano de un manco lo puede tocar,
la lengua de un mudo, los ojos de un ciego,
decir y mirar.
El amor no tiene remedio
y sólo quiere jugar.
no es que no tenga corazón, es que hace rato no lo uso
Puedo subirte a mi viaje, pero no te quedes mucho
no es que no use el corazón, es que hace rato no lo escucho
Puedo quererte el domingo, pero no me creas mucho
no es que no tenga corazón, es que hace rato no lo escucho
Puedo subirte a mi viaje, pero no te quedes mucho
no es que no use el corazón, es que hace siglos no lo lustro
Siempre es preciso saber cuando se acaba una Etapa de la vida. Cerrando circulos, cerrando capitulos, historias. Lo importante es poder cerrarlo, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntandonos por qué. Lo que sucedió, Sucedió, y hay que soltarlo, es necesario desprenderse. Los hechos pasan, y hay qué dejarlos ir.
La vida esta para adelante, nunca para atrás. No sos el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, cierra el circulo, pasa de capítulo, cambia de historia. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresaras será igual, porqué nada se queda quieto, nada es estático. Nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar. Nada es vital para vivir, ya qué cuando llegaste a este mundo, esos adhesivos no existían en tu vida. Es costumbre aferrarse a las personas, a los lugares, a las vivencias, es dificil aprender a vivir sin ellas. Y hoy te duele dejarlo ir. Aprender a desprenderse, se puede: nada ni nadie no es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad.
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