Pude sucumbir, naufragar en la tormenta,
como un barco que no encuentra
su puerto donde amarrar.
Lo anterior, fue sólo un mal viaje,
lo que ayer viví, hoy trato de olvidar,
si divagué, perdido entre las aguas,
ya estoy bien, no se preocupen más.
Un mal trance que el destino,
interpuso en mi camino,
eso es todo y no ha sido nada más.

Caminemos juntos mi amor,
por esta dorada playa,
deja repozar tus descalzos pies en la orilla,
y escucha mis promesas de amor