La hija artista

Aunque a menudo disimula sus anhelos superficiales y perezosos afirmando que quiere ser modelo, conductora de televisión y cantante, desde sus primeros años de vida la hija artista acaricia un solo sueño: ser famosa.La hija artista es caprichosa, un poco ilusa, y sonríe demasiado para un público que todavía no existe. Está convencida de que posee un don prodigioso y único para el drama porque de chica le robaba los vestidos a su madre y jugaba a que era actriz. Cree que haberse ofrecido para actuar en todas las obras teatrales del colegio o haber imitado a Madonna cuando era chica es la prueba inequívoca de una temprana aptitud de genio.Sin embargo, a diferencia de otros aspirantes, en vez de descubrir su vocación por el teatro en una pequeña compañía local a la que llegó por error, de encontrar felicidad cantando con su guitarra en algunos bares porteños, o de soñar—si es que hacer de percha constituye oficialmente sueño—con ser la musa de grandes diseñadores contemporáneos, la hija artista tiene la vocación de televisar su casamiento o asistir a la entrega de algún premio.En general, la hija artista tiene padres que alguna vez fueron conocidos y le consiguen alguna nota en una revista, o una desconocida que va a los castings de la mano de su madre y fantasea con la éxito hablándole al espejo del baño de su casa.Como sea, en ambos casos, la hija artista suele ocupar la mayoría de su tiempo contestando entrevistas —reales o imaginarias— llenas de lugares comunes en las que repite el mismo discurso: que es difícil ser la hija de alguien famoso, que quiere ser “artista” desde chica, y que si bien le han llegado muchas ofertas, todavía no ha hecho nada porque para ella hay que estudiar y “estar bien preparada” antes de incursionar en la televisión local.Para eso, estudia algo que ella describe como “canto y baile” en la escuela de “comedia musical” de alguna actriz de segunda línea, tiene un maestro “de actuación” o hace “cursos de modelaje” mientras intenta, con sangre, sudor y lágrimas, terminar el colegio secundario para su mamá.
Aunque muchas veces declama que es una chica de barrio, la hija artista está obsesionada con la gente famosa.Consume programas de chimentos, revistas de espectáculos y mira cualquier entrega de premios relacionada con la rigurosidad de quien estudia una ciencia noble. Está tan pendiente del patio trasero del mundo del espectáculo que compra toda su ropa de acuerdo a lo que usan las actrices de moda y cree que cuando una modelo aconseja algún tratamiento de belleza, en realidad está llevándole a los lectores la palabra de Alá.Salvo algunos ejemplos locales de chicas que quieren ser famosas mandando su foto en bombacha al diario Crónica o probando suerte en la casa de Gran Hermano, la hija artista es fanática de Estados Unidos. Repite como un disco rayado que quiere ser como Julia Roberts, escucha música únicamente en inglés y es admiradora de la serie Friends (ella dice “que se la sabe toda”) y “La niñera” (que para ella arruinaron recién cuando la adaptaron acá).Su cuarto está tapado por una colección innumerable de muñecos de Disney, tazas de Starbucks, y otros souvenires que trajo de Florida, entre los que se destaca foto trucada de Universal Studios en la que posaabrazada de Tom Cruise.Al igual que la decoración de su cuarto, sus sueños tampoco se ciñen al paisaje local. Si bien cree que trabajar en Argentina es un buen primer paso, lo que la hija artista verdaderamente quiere es triunfar en Hollywood. Para ella, la profesión no amerita elegir desafíos, ni estilos ni un modelo de carrera. La verdadera decisión es ser famosa acá o allá. Tanto es así, que muchas veces tiene un nombre en inglés —que casi siempre es Stephanie, Jennifer o algún otro del estilo Melrose Place— que piensa usar cuando se vaya a trabajar a Los Ángeles o que escribe letras de canciones cuando ni siquiera sabe lo que es una guitarra.A pesar de que rara vez tiene talento o inteligencia, la hija artista tampoco se destaca por su esfuerzo. En general es una adolescente tardía convencida de que hacer sacrificios consiste en estar bronceada, presentarse en castings de reality shows, y pasearse en bikini por una playa en la que supone será descubierta por su futuro representante. Va a todos lados pasada de peinado y de maquillaje con la secreta esperanza de conseguir algún contacto que la ayude en su carrera. Se presenta como modelo (aún cuando sólo modelo en el desfile que hizo su colegio para recaudar fondos para el viaje de egresados) y cae en un asado con plataformas y el pelo batido, enla playa con maquillaje y tacos aguja, y en un cumpleaños sencillo de un compañero de trabajo con un strapless de leopardo y botas de charol.Sus proyectos nunca se agotan. La hija artista quiere ser conductora infantil y madre de mellizos y cantante internacional y actriz de cine y diseñadora de ropa y modelo top y dueña de una línea de belleza y bailarina.